Una primavera lluviosa junto con una subida de las temperaturas favorecen la proliferación de plagas. En nuestro país, el mosquito tigre (Aedes albopictus) hace años que se ha convertido en un molesto insecto debido a sus picaduras y a que es vector de numerosas enfermedades, como el chikungunya, el dengue o el Zika.
Como siempre, las medidas de prevención son el primer paso para el control de la plaga. En este caso, lo más importante es evitar la puesta de huevos y el desarrollo de las larvas. El mosquito tigre pone sus huevos sobre masas de agua pequeñas y estancadas, en áreas exteriores cerca de la actividad humana. Una vez los huevos hayan eclosionado, las larvas vivirán en el agua hasta su completo desarrollo.
Por lo tanto, en los trabajos de control del mosquito tigre se debe tener en cuenta los siguientes puntos:
- Vaciar regularmente los recipientes de exterior que puedan acumular agua (jarrones, cubos, regaderas, platos de macetas, bebederos de animales, ceniceros, piscinas de plástico).
- Reducir al máximo los recipientes en el exterior que puedan llenarse de agua.
- Evitar acumulaciones de agua en canalones y desagües. Para ello es importante realizar un buen mantenimiento y limpieza de estas instalaciones.
- Arreglar agujeros y desniveles en el suelo.
- Tapar los agujeros en los troncos de los árboles, por ejemplo, con arena.
- Eliminar cualquier acumulación de agua donde existan larvas de mosquito.
- Uso de trampas de captura de adultos.
- Instalar telas mosquiteras en puertas y ventanas.
- Instalar aparatos mata-insectos de luz UV en los interiores.
- Utilizar productos específicos contra la ovoposición y el crecimiento de las larvas en el medio acuático donde éstas se desarrollan.